miércoles, 25 de enero de 2012

Te haré dormir.

Demasiado cerca,
vos,
corto punzante si descuido mi latido.
Esos ecos que van muriendo
como sombras de espejismos caminan sin tierra,
carne para el hambre sin filo.
Vos estás amando
peligrosamente mis extremos elevados
y lo subterráneo
te aclama diosa si te pudres.
Todo te ama siendo entero,
y lo soy.
Abre los ojos hacia dentro
y huye pronto,
más y más lejos,
tanto que me encuentres
y me quieras asesinar
despiadadamente.
Ya huelo tus pedazos,
exageradamente hermosa de revés,
yo te haré dormir sin día siguiente,
te odio
y te asesino despiadadamente
con encierros ilusorios,
sin lenguaje ni humedad,
dímelo vos,
¿cómo no saberte mar de cálida muerte?
si entre las tumbas
un triste sonido llega a ti pidiendo aire,

ese día que a todos encuentra.

1 comentario:

  1. Pay por compartirlo, las letras son tus cómplices, que bueno tener entre mis escritores favoritos a un pana de las cuenquitas... Abrazos.
    Euge

    ResponderEliminar

Claustro,
mi más propia catástrofe,
mi más vacuo querer ser,
o no estar,
o estar sin ser ni lugar,
o querer sin estar,
o tener sin mar,
o amar sin color ni sueño...

Buenas noches...